Déjame amarte hasta que desaparezca el sol por la montaña y el cielo se tiña de apasionados.
Déjame mirarte mientras duermes y sueñas con un mundo ideal. Porque mientras tú duermes yo estaré observando mi futuro soñado.
Déjame entrar en cada rincón de tu alma para reparar todo lo que te hace daño. Yo me comprometo fielmente a barrer el polvo y darte hogar. Pero, sobre todo, a no sufrir a mi lado.
No me hace falta teñir mi piel con tu nombre porque ya has quedado grabado en mi pasado. Y eso es inapelable. Lo que el destino no sabe, es que mañana pienso despertarme contigo también. Cocer tu desayuno y coserte las heridas.
Déjame dar luz a tus rincones oscuros. Y oscuridad a nuestras noches de pasión. Porque, aunque discutamos 100 veces, te quitaré la ropa 101.
Déjame, porque yo ya no puedo dejarte.
Con J,
Claudia Frey
Comments